El pasado viernes por la tarde, se produjo en la conocida calle Mayor de Orihuela un acontecimiento que no ocurría desde el siglo pasado; la venta de un articulo en uno de los comercios del casco histórico de Orihuela.
El hecho ocurrió a eso de las cinco de la tarde cuando un viandante, vecino de Crevillente y llamado Palmiro Ros Martinez, entro en una conocida tienda situada en mitad de la calle Mayor
y después de mirar varios productos decidió comprar un paraguas. Según declaraciones de este a un compañero nuestro: “A pesar de que mi mujer se oponía, no tuve otra opción que comprar el paraguas, ya que estaba lloviendo mucho y tenía el coche aparcado en Ociopia”.
El comerciante al conocer que iba a realizar la primera venta de este siglo, no pudo evitar el llanto de alegría teniendo que acudir su familia y varios conocidos a consolarle. “Desde que mi padre me dejó a cargo de la tienda he estado esperando este momento, es el día más feliz de mi vida” comentó el propietario de la tienda una vez que se hubo recuperado.
Este paraguas supone la primera compra en Orihuela del siglo
Multitud de curiosos se acercaron a presenciar el acontecimiento
Minutos más tarde ya se había corrido la voz del acontecimiento histórico que se estaba produciendo, lo que provocó que acudieran comerciantes vecinos y cientos de curiosos que no querían perderse algo que quizá no volvieran a presenciar en nuestro municipio. Debido a esto se produjeron grandes aglomeraciones en la calle Mayor y en el resto de avenidas vecinas, por lo que fue necesaria la intervención de la Policía Local para dispersar a la muchedumbre, teniendo que cargar varias veces contra algunas abuelas que estaban dando la “vuelta a los puentes” y se negaban a volver a sus casas.
Momento del pago
Una vez decidido el modelo de paraguas, bastante feo por cierto, que iba adquirir Palmiro, se produjeron unos momentos de desconcierto y tensión ya que el importe del producto aun estaba en pesetas, y después de tantos años nadie tenía claro como realizar el cambio, del mismo modo el propietario de la tienda indicó también que solo tenía cambio en esta moneda. Finalmente, después de consultarlo con una cafetería cercana que hace algunos meses había vendido un café, se logró solucionar el asunto del precio, y para no desilusionar a la multitud el Palmi, como lo llaman sus amigos, decidió pagar con tarjeta a pesar de que el importe era de 3,68 €. Una vez terminada la transacción, todos los que se habían acercado rompieron en un estruendoso aplauso que duró varios minuetos y comenzaron a corear al unísono: “Otra, otra,…”
Tras este fantástico suceso, el alcalde de Orihuela, Monserrate Guillen, ha declarado que “ya se empieza a notar el efecto producido por el cambio de gobierno” y que “estos son los primeros brotes verdes para que nuestra ciudad supere la crisis actual”. En un informe hecho público por el consistorio la noche del viernes, indican que este año esperan que las ventas en la ciudad superen los “mil duros”.
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